Nuria Oliver y Andrés Pedreño analizan el retraso de la Unión Europea y de España en la transformación digital, respecto a las grandes potencias mundiales, y abogan por la educación y la contundencia a la hora de ejecutar la estrategia digital, en el quinto diálogo de la serie Crisis y catarsis: lecciones del Covid-19, organizado por la Fundació Ernest Lluch y el Ivie, en colaboración con la Fundación Bancaja.
Valencia, 5 de noviembre de 2021. (NOTA DE PRENSA). España, y Europa en su conjunto, caminan con dudas hacia la transformación digital y, por tanto, la brecha con las grandes potencias mundiales en innovación, especialmente EE.UU. y China, cada vez es mayor. Sobre esta idea central ha discurrido esta mañana el diálogo «Las crisis asociadas a la disrupción digital«, incluido en el ciclo Crisis y catarsis: lecciones del COVID-19, organizado por el Ivie y la Fundació Ernest Lluch, en colaboración con la Fundación Bancaja.
Para Andrés Pedreño, catedrático de Economía Aplicada y co-fundador de IT&IS, 1Millonbot y Torre Juana OST lo que deberían preguntarse los gobiernos no son cuáles son los costes de la digitalización, sino cuál es el coste de no conseguir una digitalización eficaz. El también impulsor de AlicanTEC ha compartido diálogo con Nuria Oliver, doctora en Inteligencia Artificial por MIT, co-fundadora y vicepresidenta de ELLIS y comisionada de Presidencia de la Generalitat Valenciana para la estrategia de IA contra el COVID-19.
Las principales debilidades de Europa en su avance hacia la digitalización es la lentitud en la ejecución y la falta de una estrategia clara
Ambos ponentes han coincidido en que una de las principales debilidades de Europa en su avance hacia la digitalización es la lentitud en la ejecución y la falta de una estrategia clara. Para Pedreño, “Europa peca de exceso de regulación en el sector de la digitalización. Estamos confundiendo regulación con proteccionismo”. Por el contrario, EE.UU y Canadá, en América, y Asia, encabezada por China, son líderes en transformación digital porque, entre otras cosas, tienen una clara estrategia ambiciosa que ejecutan rápidamente.
Otro elemento de ventaja es el talento y su capacidad para generarlo y retenerlo. Además, cuentan con ecosistemas de innovación potentes en los que colaboran el sector privado y el público, junto con las universidades y centros de investigación. Por su parte, Nuria Oliver ha insistido en que la transición digital ha de hacerse con ambición, visión y ejecución y ha destacado la importancia de la educación para conseguir una transformación digital que sea útil para el conjunto de la sociedad.
La transición digital ha de hacerse con ambición, visión y ejecución
“Pensamos que estamos preparando a las nuevas generaciones para la transformación digital, pero no es cierto, porque no es lo mismo utilizar un móvil que saber programarlo”. Para la experta en inteligencia artificial, los planes educativos deberían incluir pensamiento computacional como asignatura. “Tener formación en programación, algoritmos, datos, redes, hardware es el equivalente a saber leer y escribir, pero en el siglo XXI”, ha añadido.
Efectos en el empleo
En este sentido, los ponentes se han referido a la educación como la fórmula para evitar los efectos negativos de la digitalización sobre el empleo. “Según un estudio de la Universidad de Cambridge, hasta el 50% de los empleos van a desaparecerse y, del resto, el 90% van a transformarse”, ha comentado Andrés Pedreño. Sin embargo, también se van a crear muchas posibilidades de nuevo empleo de mayor calidad. “En España, en los próximos 4 años se podrían generar un millón de puestos de trabajo para titulados en carreras STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas), pero el sistema educativo apenas formará a 200.000 personas en estos ámbitos”.
El economista propone una educación más proactiva, que se anticipe incluso a las necesidades del nuevo mercado de trabajo que va a generar la digitalización. Pedreño también se ha mostrado preocupado por el escepticismo que, en su opinión, están mostrando las pymes hacia la digitalización. “Hace falta cultura tecnológica y para ello, el sector público tiene que ejercer de impulso que arrastre a las pequeñas empresas”.
Además, para la vicepresidenta de la ELLIS es necesario generar confianza en la ciudadanía hacia la digitalización, porque innovaciones como las derivadas de la inteligencia artificial ya están entre nosotros y hay que saber aprovecharlas. “No vamos a sobrevivir como especie sin la ayuda de la inteligencia artificial”, ha asegurado.
Brechas digitales
En cuanto a las brechas que puede provocar la digitalización, Oliver ha destacado la brecha entre los grupos sociales de niveles socioeconómicos diferentes; la brecha intergeneracional, entre los jóvenes y las personas más mayores; y la brecha entre entornos urbanos y rurales. Además, ha alertado sobre las grandes empresas digitales que han logrado una penetración en todos los ámbitos de nuestra vida que no tiene precedentes.
Para la experta en IA, “tienen demasiado poder y generan aumentos de la desigualdad porque provocan una polarización en la acumulación de la riqueza. Además desde el punto de vista fiscal, sus contribuciones son mínimas, lo que les permite jugar con ventaja respecto a empresas más pequeñas”.
Tras este quinto diálogo del ciclo Crisis y catarsis: lecciones del COVID-19, organizado junto a la Fundació Ernest Lluch y la Fundación Bancaja, queda pendiente la celebración del último encuentro: DIÁLOGO 6. Covid-19, cultura y economía: efectos y transformaciones. 25 de noviembre. Con Evelio Acevedo, director Gerente de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza; y Lourdes Moreno, directora Artística del Museo Carmen Thyssen de Málaga. Más información e inscripciones: Crisis y catarsis: lecciones del COVID-19