Andrés Pedreño fundador de Torre Juana OST subrayó en el summit celebrado en Murcia la imperiosa necesidad de contar con la IA para afrontar los grandes problemas medioambientales. La IA nos permitirá afrontar mucha más eficiencia en un modelo agropecuario sostenible y más saludable y unas ciudades más habitables y racionales.
Andrés Pedreño, ha defendido que la inteligencia artificial (IA) podría ser la clave para enfrentar y resolver problemas ambientales en lugares como el Mar Menor o Doñana, así como para abordar problemas de tráfico en las ciudades o su rediseño urbano. Sin embargo, advirtió que las empresas europeas están rezagadas en comparación con los gigantes tecnológicos de EEUU y China, un problema que, si no se aborda, podría comprometer la capacidad de Europa para competir y mantener la sostenibilidad.
Pedreño se dirigió a la IA como una solución para la complejidad de la planificación del tráfico y el diseño de nuevas zonas peatonales en las ciudades. El catedrático sostuvo que el análisis de grandes volúmenes de datos, o ‘big data’, puede proporcionar una comprensión detallada de los patrones de tráfico en diferentes temporadas y situaciones, permitiendo una planificación más eficiente que reduce la interferencia con las actividades empresariales y mantiene el atractivo turístico de las ciudades.
Sobre las crisis ambientales en el Mar Menor y Doñana, Pedreño mencionó que «siempre que hay una bomba de relojería nos activamos», argumentando que las nuevas tecnologías y la IA en particular son fundamentales para abordar estos problemas. Dijo: «Sin inteligencia artificial es imposible abordar los problemas medioambientales que tiene la Humanidad«. Esto lo repite muy acertadamente Nuria Oliver y deberíamos hacernos eco.
En el ámbito del medio ambiente, la IA y otras tecnologías avanzadas pueden contribuir de manera significativa al monitoreo y la gestión de los ecosistemas, permitiendo, por ejemplo, la identificación temprana de los signos de degradación ambiental y permitiendo intervenciones más oportunas y efectivas. También pueden ayudar a modelar y predecir los efectos de diferentes intervenciones y políticas, lo que es crucial para la planificación a largo plazo y la toma de decisiones informadas.
En términos de competitividad, Pedreño instó a la colaboración entre las empresas tecnológicas y la Administración para fomentar una mayor competitividad en el tejido empresarial. Además, enfatizó la necesidad de establecer canales de comunicación entre territorios vecinos. No hay conciencia de la necesidad de apoyar nuestras empresas en tecnologías de propósito general como la IA.
«Solo se piensa en regular» como forma de protegernos de nuestra dependencia tecnológica del exterior y casi nunca en apoyar el desarrollo de nuestras propias empresas tecnológicas de utilidad general de forma efectiva. Bruselas lleva décadas equivocándose en su política digital y no da signos de cambiar pese a su continuo retroceso en el PIB mundial «.
Andres Pedreño -autor con Luis Moreno de «Europa frente a Estados Unidos y China. Prevenir el declive en la era de la Inteligencia Artificial» alertó sobre la pérdida de empresas tecnológicas en Europa y pidió un mayor foco en la IA. Mencionó la ausencia de gigantes tecnológicos en el continente como una «bomba de relojería» y advirtió que, aunque Europa tiene un gran discurso sobre la tecnología y la digitalización centrado en la ética y la humanización, carece de la capacidad suficiente para competir a nivel mundial. Comparó la situación de Europa con la de China, Estados Unidos e incluso Israel, y criticó a Europa por estar fragmentada y en un gran discurso regulatorio pero ineficiente.
«Bruselas: no es regulación, es educación ciudadana, apuesta por el talento y por empresas europeas especializadas en IA y otras tecnologías de utilidad general»
La IA tiene un gran potencial para abordar muchos de los desafíos más urgentes de la sociedad, desde la protección del medio ambiente hasta la planificación urbana. Sin embargo, para aprovechar plenamente este potencial, es esencial desarrollar y mantener una sólida capacidad tecnológica. Esto requiere inversiones significativas en investigación y desarrollo, así como en la formación de habilidades y competencias digitales. También requiere una estrategia de innovación que fomente la creación de empresas tecnológicas y apoye su crecimiento y competitividad.