Luis Moreno, y Andrés Pedreño Muñoz, cofundador de Torre Juana OST, ambos autores de dos best-sellers como “Europa frente a EE.UU. y China. Prevenir el declive en la era de la IA” y “España en la nube: ¿una Startup Nation o el país del desempleo juvenil?” han reflexionado sobre la Labor de los economistas en la era la Inteligencia Artificial en la revista del Colegio de Economistas Balance.
Transformación con Inteligencia Artificial
La fecha 30 de noviembre de 2022 quedará marcada en la historia como el día en que OpenAI lanzó su reconocido chatGPT, un hito que revolucionó la adopción y aplicación de la IA en diversos ámbitos de nuestra vida cotidiana y laboral. En poco tiempo, esta herramienta conquistó a cien millones de usuarios, democratizando el uso de la tecnología más avanzada y dejando una huella imborrable en la era tecnológica.
La llegada de la IA ha desatado un nuevo paradigma que está transformando el mundo de formas antes inimaginables, desde corregir códigos de programación, generar contratos o recomendaciones de viaje, hasta crear presentaciones y escribir poesía.
El poder de la IA está lejos de ser una utopía futurista, su impacto en términos competitivos y productivos es innegable y ya está moldeando el futuro de las economías globales.
El Desafío para los Economistas
En estos tiempos de cambio acelerado, la labor de los economistas es crucial para entender y gestionar los efectos de acontecimientos tan transformadores como la pandemia mundial, la invasión de Ucrania, o la aparición de tecnologías revolucionarias.
Pero la emergencia de la IA también plantea un desafío único: ¿Cómo coexistirán los economistas con una tecnología capaz de automatizar muchas de sus tareas actuales? Un estudio de la Universidad de Oxford en 2017 ya advertía que el 47% de los empleos en EE.UU. podrían ser automatizados con la tecnología existente. Con la llegada de OpenAI, la pregunta se vuelve aún más relevante.
La IA generativa puede facilitar muchas de las tareas que desempeñamos los economistas, desde la investigación académica hasta el asesoramiento al sector privado, la elaboración de informes, y la predicción económica. Sin embargo, más que temer a esta gran ola de automatización, debemos aprender a surfearla, aprovechándola para mejorar nuestras capacidades y adaptarnos a los cambios que están por venir.
Los economistas en la era GPT
La automatización de tareas a través de la IA no significa el fin de la profesión económica, sino la transformación de su rol. La IA nos permite ampliar nuestras capacidades, liberando tiempo para profundizar en detalles y ampliar nuestro conocimiento.
En la asignatura Economía de la Globalización de la Universidad de Alicante, desafiamos a los estudiantes a imaginarse en una empresa totalmente digitalizada. En este contexto, los economistas tienen la oportunidad de dirigir las relaciones de la compañía con sus clientes, y analizar los procesos internos. El diagrama sencillo que presentamos (Figura 2), sugiere que a pesar de las avanzadas capacidades de la IA, los economistas tienen un papel crucial en la cadena de valor.
La IA es una herramienta poderosa, pero las empresas aún necesitan de economistas para responder preguntas trascendentales: ¿qué datos necesitamos? ¿de dónde vamos a extraerlos? ¿qué fuentes son fiables? ¿qué modelo teórico soporta el análisis?
En conclusión, lejos de ser una amenaza, la era de la IA presenta una oportunidad para que los economistas se transformen en profesionales más capacitados y versátiles, listos para liderar el futuro de una economía cada vez más digital.