En la conferencia de SEDES Madeira, el experto en desarrollo regional Alfonso Vegara pone en relieve la importancia del talento como recurso en la economía del conocimiento.
En un mundo donde las ciudades compiten incansablemente por recursos y reconocimiento, Alfonso Vegara, co-fundador y presidente honorario de la Fundación Metrópoli, señala un nuevo campo de batalla: la atracción de talento. Durante su participación como orador principal en la conferencia de SEDES Madeira, celebrada recientemente en el Museo de la Electricidad – Casa de Luz en Funchal, Portugal Vegara enfatizó la importancia del talento en la configuración de las economías urbanas del futuro.
«Las ciudades de todo el mundo están luchando por mucho», afirmó Vegara, refiriéndose a la intensa competencia por atraer y retener talento. Esta lucha, según él, es crucial para el desarrollo de lo que él llama la «economía del conocimiento» – un sistema económico que prioriza la innovación, la creatividad y la habilidad técnica.
Vegara, cuyo trabajo ha sido reconocido tanto por la Unión Europea (UE) como por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sostiene que una de las claves para atraer talento es la conectividad. Esta conectividad no se limita solo a la infraestructura digital y física, sino que también abarca las conexiones institucionales, esenciales para fomentar un ambiente propicio para el desarrollo y la innovación.
Con una sólida formación en arquitectura, economía y sociología, y un doctorado en planificación regional y urbana, Vegara ofrece una perspectiva única sobre cómo las ciudades pueden y deben adaptarse para prosperar en la economía del futuro. Su enfoque pone especial énfasis en la necesidad de crear entornos urbanos que no solo atraigan talento, sino que también lo nutran y lo retengan.
El evento, se centró en la sostenibilidad y la valorización del territorio, temas que Vegara integró hábilmente en su discurso sobre la atracción de talento. Su mensaje resuena en un momento en que las ciudades de todo el mundo se esfuerzan por adaptarse a un panorama económico en rápida evolución, donde el talento se ha convertido en una moneda cada vez más valiosa.
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