Existe un Alicante Virtual en la nueva frontera del Metaverso donde se puede comprar tu propia parcela. El diario Información en un interesante artículo de varias páginas entrevista a Joaquín Pedreño, fundador de VersaSky (antes Meta Software Factory) .Sí, existe un boom del suelo virtual y ciudades atractivas como Alicante se pueden convertir en el Hotspot del Metaverso, donde es posible comprar una calle virtual por menos de lo que cuesta un café. Es otra forma de invertir en terrenos sin pisarlos y Alicante puede liderar la carrera por la propiedad virtual en el Metaverso. Pero, cuidado…
Auge del Metaverso en Alicante: inversión, especulación y riesgos legales emergentes
En un entorno digital que gana tracción cada día, empresas alicantinas están aprovechando el metaverso para expandir sus horizontes comerciales mediante la adquisición de parcelas virtuales. El metaverso, un espacio que permite desde asistir a conciertos hasta participar en congresos virtualmente, atrae tanto a grandes empresas como a entusiastas de la tecnología, señalando una tendencia que redefine las interacciones sociales y comerciales en la era digital. Esta información ha sido reportada por el diario Información de Alicante.
Joaquín Pedreño, fundador de VersaSky, destaca que, aunque la tecnología avanza, la recreación exacta de ciudades en el metaverso aún es un objetivo lejano. VersaSky, especializada en la construcción de espacios virtuales, ha llevado varios la ejecución de varios proyectos internacionales en la plataforma Decentraland, donde las propiedades se comercializan en un mercado cada vez más estable.
«En Decentraland, hay aproximadamente 99,000 parcelas disponibles en diferentes tamaños. Los precios, aunque inicialmente alcanzaron picos desorbitados, ahora están comenzando a estabilizarse, con terrenos en el centro que pueden costar alrededor de 400 dólares, mientras que hace dos años no encontrarías nada por menos de 1,200 dólares,» afirmó Pedreño, señalando que hubo un boom inicial con la novedad del metaverso que disparó los precios hasta más de un millón y medio de dólares por algunas parcelas.
«El metaverso inicialmente experimentó un boom con precios que alcanzaron cifras desorbitadas, pero ahora estamos viendo una fase de estabilización«, explica Pedreño en declaraciones recogidas por el diario Información. Además, indica que la presencia de figuras públicas o grandes corporaciones en determinadas zonas puede incrementar significativamente el valor de las parcelas debido a un aumento del tráfico y la visibilidad.
El director de la cátedra de Metaverso de la Universidad de Alicante, Aurelio López- Tarruella, aseguró a este diario que a la hora de plantearse entrar en el Metaverso, «hay algunas empresas que lo ven como una inversión porque es un sitio en el que hay que estar y eso le da publicidad positiva, reputación. Por otro lado, hay especuladores que buscan hacer negocio con la compra de parcelas virtuales, esperando beneficios cuando se revalorice. Y hay una tercera categoría que son los desarrolladores de mundos virtuales, les va bien porque hay muchas empresas que quieren tener su representación. Ahí es donde creo que les va bien porque es por donde se mueve el mercado».
Sin embargo, la falta de regulación específica para transacciones en el metaverso plantea desafíos significativos. Expertos legales como Remedios Guilabert, de la Universidad de Alicante, advierten sobre los riesgos de hackeo y la inseguridad jurídica que podrían afectar tanto a consumidores como a inversores. La inmutabilidad de las transacciones basadas en blockchain proporciona ciertas garantías, pero también limita las opciones de recurso legal en casos de disputas o fraudes.
«Es esencial abordar un marco jurídico que proteja las operaciones en estos nuevos entornos digitales», subraya Guilabert, señalando el lado oscuro del metaverso que incluye potenciales actividades ilícitas como el lavado de dinero, según el diario Información de Alicante.
A pesar de los riesgos, el potencial del metaverso para revolucionar el comercio, la cultura y la interacción social es innegable, ofreciendo a empresas y consumidores nuevas formas de conexión y experiencia en un mundo cada vez más digitalizado.