Maria José Jordá, fundadora de SYNCS by Gastro&Cult ha sido invitada a participar en unas jornadas organizadas por Ana Sálomon Pérez, Embajadora de España en Israel y con la ayuda de Eva Levy, miembro de la Junta de la Cámara de Comercio España-Israel y de Teresa Alarcos, fundadora y presidenta de la WStartup Community.
La iniciativa ha sido impulsada por Ana Pastor, Vicepresidenta segunda del Congreso y el grupo seleccionado estaba formado por 7 mujeres de diferentes perfiles y ámbitos profesionales. El objetivo de las jornadas era dar a conocer el modelo de innovación Israelí y propiciar una serie de encuentros con empresas y otros estamentos políticos, militares, administrativos..
La agenda contemplaba 2 días en Jerusalén y 3 días en Tel Aviv. Durante este tiempo se organizaron reuniones para entender el conocido como Startup Nation y las características de este ecosistema innovador desarrollado en Israel en el que las políticas, instituciones, universidades y otras entidades tienen un papel protagonista en generar lo que se ha denominado “el milagro económico de Israel».
Según nos cuenta María José Jordá es como una máquinaria muy bien engrasada en la que todos los esfuerzos están centrados en promover la innovación, «desde el modelo de trasferencia de innovación de las universidades a la industria, esta todo muy estudiado, la idea se sustenta sobre una serie de roles y personas que se encargan de mirar todos los aspectos técnicos a nivel patentes, legal, negocio, escalabilidad, mientras el investigador/a está trabajando en el proyecto».
Están haciendo cosas increíbles nos comenta María José Jordá, «nos enseñaron algunos ejemplos de proyectos que han desarrollado, uno de los que me llamó la atención fue por ejemplo como resueven el tema del exceso de salinidad, que constituye un problema de sostenibilidad ya que es perjudicial para el ecosistema. Una empresa había encontrado una forma de comprimir la sal y usarla como elemento de construcción, ya que es muy resistente y se pueden hacer casas además de ser un material ecológico, Todas las investigaciones que realizan son patentadas antes de darlas a conocer y los científicos/as reciben compensación por ello, esta es una de las formas en las que incentivan la investigación».
Israel sólo tiene 70 años de edad y era un país de agricultores hasta que decidieron cambiar su modelo productivo. Según Jordá «Parte del éxito de su modelo está basado en la práctica militar obligatoria que realizan tanto chicos como chicas 3 y 2 años respectivamente. Durante ese periodo se crea un vínculo muy fuerte que dura para toda la vida porque es mucho tiempo y es una situación difícil de supervivencia que une mucho. Además antes de ese periodo es importante destacar cómo seleccionan el talento en edades tempranas, durante el instituto detectan a los alumnos que destacan por ejemplo en matemáticas y les dan clases porque ven que pueden tener potencial por ejemplo para temas como ciberseguridad. Estos mismos perfiles cuando llega el momento del servicio militar son colocados en la misma unidad para además de convivir ponerlos a trabajar conjuntamente en proyectos de innovación. Puede parecer que este modelo ofrece poca diversidad pero a la hora de innovar es un éxito porque los juntan por intereses. En la mili ellos hacen proyectos, les dan formación y están innovando y cuando salen de allí esto produce un ecosistema muy fuerte, una red muy fuerte de confianza porque se conocen entre ellos y además es un país pequeño así que la red de networking es muy estrecha y están muy conectados».
«Otra cosa importante es que la gente que les forma se está actualizando continuamente por lo que el temario que les dan está muy al día de todas las innovaciones tecnológicas. Es un modelo que combina una aceleración muy grande porque es cómo acelerar el país entero» destaca Jordá.
«En una de las sesiones nos llevaron a la embajada y tuvimos una jornada con un grupo de personas del ecosistema de startups, allí conocímos a unas abogadas que ofrecían soporte de consultoría, de impuestos, patentes, cómo firmar contratos, hacer pactos de socios y todo lo que tenga que ver con una startup, ofrecían el servicio para startups de cualquier tamaño y les cobraban sólo si la empresa iba bien. Es un país en el que el 10% de la gente hace programas de deeptech y la mayoría de la gente está enfocada a innovar, y todos los roles, están orientados a cómo ayudar a que el ecosistema funciona y es un modelo de éxito muy bueno».