Indice:

  1. El retraso digital de Europa
  2. Asia ante la pandemia
  3. Europa debe aprender de Asia
  4. ¿Está la privacidad impidiendo luchar con efectividad contra el coronavirus?
  5. Confianza, consenso y soluciones globales
  6. Pensar en el futuro: España e Italia la oportunidad de la inmunidad
  7. Las soluciones son digitales
  8. La propuesta de Apple-Google
  9. Puedes centrarte en las barreras o bien en escalar el muro y redefinir el problema (T. Cook)
  10. El talento y la tecnología responden a problemas concretos con rapidez y eficiencia
  11. Claves: salir del confinamiento y activar la economía para aprovechar la inmunidad
  12. En pocos años o quizás meses la economía quedará irreconocible

Imagen: wikipedia

Estamos sobrecogidos y no sabemos si es un buen momento para reflexionar con la frialdad y objetividad que este tema requiere. Quisiéramos manifestar nuestro pesar por las personas fallecidas y la convulsión que ha supuesto para familiares y amigos, así como el enorme impacto en todo nuestro país. Las ideas aquí expuestas serán ampliadas en un trabajo que pretendemos desarrollar con varios compañeros de la universidad.

1. El retraso digital de Europa

El primer día de confinamiento en España concluimos nuestro libro: “Europa frente a Estados Unidos y China: prevenir el declive en la era de la Inteligencia Artificial” (ver índice).  A los pocos días nos percatamos claramente que la crisis del coronavirus confirmaba intentamos demostrar: el alto coste que para Europa representa su  atraso digital. En 400 páginas del mencionado libro intentamos explicar la necesidad de cambios y reformas profundas y urgentes en la educación, legislación, emprendimiento o sus débiles ecosistemas. También en la eficiencia de las administraciones para enfrentarse a retos globales y en llevar cabo una ambiciosa apuesta en Inteligencia Artificial (IA), entre otras iniciativas.  

Una Europa con grandes leyes sobre la privacidad y una regulación que fagocita su desarrollo digital. Sin una apuesta ambiciosa en Inteligencia Artificial, inserta en discusiones éticas y existenciales, a medio camino en su transformación digital se enfrenta a una pandemia que siglo XXI con una mentalidad del siglo pasado.

2. Asia ante la pandemia

A mediados de febrero los europeos y americanos tenían la certeza absoluta de que China y Asia eran la parte más débil y vulnerable ante esta pandemia. En menos de dos meses, bastantes países asiáticos han mostrado una diligencia y efectividad absoluta: China, Singapur, Taiwán, Corea del Sur, entre otros.

Mientras Europa, especialmente Italia y España, seguidos de cerca por Estados Unidos, están siendo desbordados por una pandemia que además de miles vidas se llevará por delante millones de puestos de trabajo debido al confinamiento.

No estamos siendo capaces de digerir esto. Xavier Ferrás en un reciente artículo describía la situación que ha generado la crisis del coronavirus con tres d”: disciplina asiática frente a descoordinación europea y darwinismo americano.

Al día de hoy Asia es la ganadora. Y estamos hablando de países con características políticas y sociales tan diferenciales como China o Singapur. En todos ellos la tecnología ha jugado un papel clave.

3. Europa ¡es la tecnología digital! Debemos aprender de Asia

Muchos se empeñan en poner énfasis en el “entrenamiento” sanitario que para los países asiáticos significaron otras epidemias antecesores del coronavirus actual como el SARS o el MERS. Sin duda ha debido ser un activo importante. Nos inclinamos a subrayar, sin embargo, que en China, Taiwan, Singapur y Corea del Sur, el data, la trazabilidad y control digital de los contagios ha sido fundamental para superar y erradicar el problema.

Pese al exitoso caso de Corea del Sur los españoles nos empeñamos en poner foco en detalles sanitarios, y no en la necesidad de hacer test y un estricto y eficiente control de movimientos. Incluso actualmente se aplica a los contagiados y extranjeros que llegan a Corea y otros países asiáticos procedentes de países con altos contagios. Sin este control, el problema se volvería a reproducir quizás con la virulencia que lo hace actualmente en Italia, España, Estados Unidos, o China en un principio.

La infección de personas asintomáticas y no registradas ha sido clave en la expansión silenciosa de la pandemia. (ver investigaciones como la publicada en Science) Sólo la trazabilidad y las medidas drásticas en torno a ella pueden localizar focos y acotar la expansión de una pandemia como la del coronavirus.

4. ¿Está la privacidad impidiendo luchar con efectividad contra el coronavirus?

El gobierno español -e imagino que otros europeos- tienen a su disposición propuestas y herramientas digitales para llevar a cabo un control de los focos de contagio y haber tratado de confinar el problema en sus orígenes. ¿Por qué no las utilizan? Debemos reflexionar sobre nuestras leyes de privacidad y su interpretación, sobre qué trabas normativas nos impiden desarrollar herramientas como las usadas en China, Taiwán, Singapur o Corea del Sur. 

El derecho a  la privacidad podría estar limitando el derecho a la libertad, el derecho al trabajo en incluso  el derecho a la vida. El confinamiento conlleva “el arresto domiciliario” de la población, la destrucción de la economía y muchos empleos. Las personas asintomáticas potencialmente llevamos un “virus asesino silencioso” que mata a nuestros mayores.  Anteponer el derecho a la privacidad al derecho a la vida o al de libertad de movimientos no tiene sentido, es un dislate.

Hemos sobrealimentado un discurso hipócrita en torno a la “privacidad”, término que a mediados del siglo pasado no lo recogía el diccionario de María Moliner. En el libro citado al principio, precisamente, abundamos en los costes de la sobreregulación europea como uno de los desencadenantes de la actual brecha tecnológica entre Europa y Asia.


5. Confianza, consenso y soluciones globales

No estamos en condiciones de extenuarnos en debates que nos lleven a ninguna parte. Hay gobiernos variopintos ideológicamente en el conjunto de Europa y no parece que ninguno de ellos haya destacado, por ahora, por su diligencia y efectividad a la hora de hacer frente al coronavirus. Y lo que viene: una crisis económica y social que no tiene precedentes recientes conocidos.

Necesitamos crear confianza. Mucha confianza. Tenemos asustados a sectores claves como el turismo, los inversores, consumidores y a una población altamente envejecida. Nuestra economía antes del coronavirus ya ostentaba la tasa de desempleo juvenil más alta de Europa tras Grecia. Esta crisis plena de “animal spirits” keynesianos puede ser una nueva estocada en nuestro vulnerable sistema. Si la situación de España en 1977 justificó los Pactos de la Moncloa, habría que estar ciego para no darse cuenta de la urgencia de unos nuevos pactos de Estado. 

H. A. Kissinger ha señalado acertadamente que los líderes están lidiando con la crisis desde una perspectiva principalmente nacional, pero los efectos corrosivos que el virus tiene en las sociedades no conocen fronteras.  Apunta que “si bien el ataque a la salud humana será temporal, la agitación política y económica que ha desencadenado podría durar generaciones. Ningún país, ni siquiera los Estados Unidos, puede, en un esfuerzo puramente nacional, superar el virus”.

En este contexto hay que parar cualquier xenofobia. Yuval Noah Harari señala con acierto que China (y los países asiáticos) puede impartir a todos los países muchas lecciones importantes sobre el coronavirus, pero eso requiere mucha confianza y cooperación (ver «En la batalla contra el coronavirus, la humanidad carece de líderes«).

6. Pensar en el futuro:  España e Italia la oportunidad de la inmunidad

Hay que generar consensos frente a una crisis económica sin precedentes, dentro o fuera de la comprensión de la Unión Europea. Debemos aparcar cualquier tema de la agenda política que no sea el sacar adelante a una economía extraordinariamente impactada y con millones de personas afectadas, muy vulnerables. 

España e Italia tienen un gran oportunidad por haber sido pioneras en el contagio masivo de su población. Pese al gran desastre en vidas humanas que ha supuesto el contagio que estamos padeciendo en nuestros países, la inmunidad de una gran parte de la población se podría convertir paradójicamente en nuestro mayor activo de cara a una pronta normalización y al futuro. 

Si las estimaciones del Imperial College de Londres sobre España son ciertas (lo serán más tarde o temprano) tendríamos ya algunos millones de personas inmunizadas. Coincidiendo con los momentos en los que lo peor de la crisis discurra en otros países confinados, España podría volver a recuperar su actividad laboral y aportar a otros países su capacidad productiva para generar los bienes y servicios que son necesarios. También recuperar cuanto antes su imagen exterior y su actividad turística. Para esto, salir del confinamiento pronto y bien es clave.

7. Las soluciones son digitales

En Estados Unidos y en Europa, ante la dificultad de hacer test convencionales masivos se han intentando soluciones digitales equiparables o incluso más interesantes a las de los países asiáticos. Sirvan unos pocos ejemplos de muestra. La Inteligencia Artificial ha creado patrones de voz (ver Carnegie-Mellon) o de tos (Ver ‘coughvid’ diseñada por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana Suiza) para ayudar a auto-identificar personas que pudieran estar afectados por el coronavirus. Esta última fue sugerida con anterioridad por el ingeniero Santiago Colomo en nuestro entorno de desarrolladores.

En Alemania la aplicación Corona-Datenspende (Corona Data Donation) reúne signos vitales de voluntarios que usan relojes inteligentes o rastreadores de actividad física, incluidos el pulso, la temperatura y el sueño, para analizar si son síntomas de una enfermedad similar a la gripe. En Finlandia se aplica la iniciativa de los médicos de dos hospitales de San Francisco usan anillos inteligentes para poder detectar síntomas del coronavirus y reducir los contagios entre sanitarios (ver B. Insider) (1).

Anillo – Coronavirus sanitarios. Imagen de Lasse Rouhiainen que nos anticipó la iniciativa. Muchas gracias a Lasse y a Domingo Egea quien posteriormente nos sugirió la plataforma, tras la experiencia en Finlandia y otros países. Actualmente con Antonio Sánchez Zaplana están configurando el proyecto (anillo y la plataforma de Oura) para su aplicación en la Comunidad Valenciana.

En mi entorno también se han hecho excelentes propuestas de un enorme valor, competitivas a nivel mundial, que además conozco más a fondo. Andrés Torrubia, Aurelia Bustos, Antonio Parraga y Elad Rodríguez desarrollaron con una diligencia brutal «Open Coronavirus» ofrece una solución digital de monitorización, diagnóstico y contención de los contagios de Covid-19. Una app que ya está lista y que ponen a disposición de las administraciones que decidan validarla y usarla, con código abierto disponible. (Ver A. Plaza).

La investigadora Nuria Oliver comisionada de la Generalitat Valenciana tuvo que improvisar -ya confinada la población- un «lab» con investigadores de las universidades valencianas a efectos de materializar sus investigaciones, con la suerte de encontrar un gobierno como el valenciano para apoyarlas e impulsarlas.

La Dra. Raquel Pomares (bióloga) y un equipo de lingüistas de 1MillionBot entrenaron a Carina, el primer chatbot conversacional sobre coronavirus, implantado en más de 250 instituciones públicas de 10 países de habla hispana como servicio público gratuito, informando sobre la base de fuentes oficiales. Naciones Unidas (PNUD) adjudicó su desarrollo específico para Ecuador, uno de los países de América Latina donde la pandemia desbordó los servicios de información.

Salvo excepciones, muchas de estas iniciativas se han hecho con muy escasos medios y muy pocos apoyos. Ciertamente estas soluciones no responden al 100% pero son fundamentales para acometer la entidad y complejidad del problema. Es curioso como se flexibiliza la tolerancia hacia fallos en fármacos, tratamientos o tests (sobre coranavirus es un buen ejemplo) y se exigen precisiones del 100% en herramientas IA y similares. En Europa hemos creado una cultura muy escéptica y crítica contra la tecnología que se vuelve contra nosotros en el peor momento.

8. La propuesta de Apple-Google

Hay que superar el recelo de la sociedad y de los gobiernos occidentales frente a las propuestas digitales. Frente a voces autorizadas en tecnología se anteponen debates estériles y sospechas ante unos gigantes tecnológicos «demonizados» no claramente explicado por qué y por quién.

Esto último es de vital importancia. Ante lo que está ocurriendo en Estados Unidos y Europa Apple y Google se han movilizado y lo han hecho teniendo en contra la restricción de la privacidad. Frente a la ineficiencia de la Administración Trump y su negacionismo digital (con capacidad de explotarlo electoralmente) Apple Inc. y Google han dado a conocer una propuesta conjunta para agregar tecnología a sus plataformas de teléfonos inteligentes.

Esta plataforma alertará a los usuarios si han entrado en contacto con una persona con Covid-19. Las personas deben optar por el sistema, pero tiene el potencial de monitorear aproximadamente un tercio de la población mundial En xataka se explica muy bien la propuesta.

Inexplicablemente algunos artículos ponen en tela de juicio la propuesta. Europa: corremos el riesgo de morir de defendiendo la privacidad para descubrir que además que no era precisamente nuestra privacidad lo que defendíamos.

9. Puedes centrarte en las barreras o bien en escalar el muro y redefinir el problema (Tim Cook)

España posee un gran activo en su sociedad. Ha habido aplausos diarios y merecidos a un personal sanitario ejemplar. Aparte de su abnegación, en un contexto de desinformación y desconocimiento de la pandemia, han sabido encontrar los protocolos y tratamientos para minimizar el impacto del COVID-19.

Creemos que vamos a tener que emplear muchos eufemismos para no molestar a nadie. Pero aplausos aparte, España también tiene un conflicto consigo misma. Negarlo no es realista. Hay dos España enfrentadas y enconadas en un pasado que cuesta trabajo superar. Había más facilidad de consenso en los años setenta que hoy. En una crisis de esta envergadura tiene que predominar la visión de estado. Ni dogmatismos, ni sectarismos nos dejaran ver la solución al problema. Tampoco la situación en Europa ayuda mucho. Ni esperar el socorrido timón de los Estados Unidos.

Por otra parte cualquier Administración deberá utilizar a los mejores y sacar lo mejor de la sociedad para gestionar la enorme incertidumbre y complejidad actual y la intensidad y entidad de los cambios. . No basta con los buenos, ante situaciones altamente complejas le toca al turno a los mejores. El Gobierno actual, aparte de consensos debe tener presente que “good is the enemy of great”, algo que corroboró Jim Collins (Harvard Business School) tras muchos años de investigar y analizar cómo se alcanza el éxito ante los complejos retos de nuestro mundo actual.

Por si no hemos caído tendremos un gasto público desbocado, una recaudación fiscal muy mermada y un muy escaso recurso al endeudamiento fuera del ámbito europeo ¿Quién puede prescindir de la eficiencia?

10. El talento y la tecnología responden a problemas concretos con rapidez eficiencia (escalando el muro)

Hay muchos ejemplos y pedimos disculpas por omisiones importantes.

Destacamos dos casos. Uno, Javier García Martinez es el impulsor de The Open Ventilator, el respirador low cost diseñado por Celera, la fundación que impulsó con el Premio Jaume I; sus respiradores recibieron en un tiempo récord la homologación necesaria para ser fabricado, siendo el primer sistema que recibe en España esta autorización y que ya está siendo introducido en hospitales.

Maria Parga (Alastria) propició la creación de un grupo muy efectivo para traer a España cuatro superrobots que permiten el análisis de pruebas masivas de test de Covid19. Se trata de Rocío Martínez, investigadora española que trabaja en el King’s College de Londres, Andreu Veà, Javier Colàs, y Sandra Figaredo, con el apoyo de las firmas Llorente y Cuenca y Merlin Properties. Con esta iniciativa se ha dado respuesta al verdadero cuello de botella que sufre nuestro país actualmente en la necesaria labor de detección y prevención del virus. Cada uno de estos robots pueden hacer 2.400 tests PCR diarios, por lo que las cuatro unidades podrán realizar casi 70.000 análisis a la semana (Ver más).

11. Claves: salir del confinamiento y activar la economía para aprovechar la inmunidad

Cuanto más dure la crisis más impacto y daño económico y social provocará. Salir cuanto antes del confinamiento, de forma eficiente -sin recaídas- para activar la economía y aprovechar la inmunidad de los contagios masivos actuales. Este es el objetivo clave. En qué elementos habría que trabajar:

A) Fortalecer el mayor consenso internacional y europeo para evitar la inestabilidad económica y financiera. Nos estamos hundiendo en una única suerte coyuntural todos al mismo tiempo.

B) Acotar los riesgos de nuevos contagios a través de plataformas digitales donde la privacidad debe pasar a un segundo plano en defensa del derecho a trabajar, salir de casa y no arriesgar la vida de terceros. Una vez superada la pandemia, las leyes en defensa de la privacidad podrán volver al punto que los ciudadanos y sus gobiernos democráticos decidan.

C) Potenciar un nuevo modelo de economía donde la transformación digital y la preservación del medio ambiente sean dos ejes fundamentales.

D) Dimensionar respuestas globales y nacionales en función de la dimensión de una crisis donde la vertiente «animal spirits» puede ser muy relevante.

12. En pocos años o quizás meses la economía quedará irreconocible

El orden económico mundial, sufrirá transformaciones muy complejas relevantes acentuando la hegemonía de China y Asia y las no muy esperanzadoras perspectivas de Europa tras unas convulsiones financieras previsiblemente mayores que las de la crisis de 2008.

La crisis del coronavirus es incompatible con los Gobiernos analógicos y la ineficiencia en general. Estamos gestando una economía mucho más digital. Sólo en un mes se ha avanzado más en la digitalización de la economía y la sociedad que el último quinquenio: teletrabajo, banca digital, educación a distancia, comercio online, administración electrónica, asistentes virtuales… Tras esta crisis la sociedad y la economía habrán cambiando. En esta nueva era digital la IA marca la diferencia entre ir en un bólido de carreras o en carreta. Ahora es necesario que las administraciones se pongan al volante del bólido.

(1) Muchas gracias a Domingo Egea, a Lasse Rouhiainen y a Antonio Sánchez Zaplana.

Nota de los editores: El presente artículo ha sido elaborado a partir de los trabajos previos de Luis Moreno y Andrés Pedreño en su libro: “Europa frente a Estados Unidos y China: prevenir el declive en la era de la Inteligencia Artificial” (ver índice). Hemos pedido a los autores que amplíen el artículo de Andrés Pedreño en El Independiente «La pandemia pone al descubierto la hegemonía de Asia frente a Europa en Inteligencia Artificial» (Publicado el 6 de Abril).
El presente trabajo se publico el 13 de abril.
Última actualización: referencia al caso de éxito de 1MB con el PNUD: 24 de mayo.

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